jueves, septiembre 14, 2006


Ayer busqué entre baúles encadenados, cartas lacradas, cintas descoloridas. A simple vista era objetos desprovistos de sentido alguno, atesorando recuerdos que despiertan cuando menos los espero, imágenes que desafían la memoria que a corto plazo tiende a fallar.
Hoy desperté riendo, extraño para quien acostumbra entrar en sueños con un cristal salino en la mejilla, la causa estaba ahí frente a mis obnubilados ojos que empecinados buscan donde no hay respuestas.
Hoy miré directo al corazón, y un simple Buenos Días hizo desaparecer la incertidumbre asfixiante de estar en el lugar incorrecto.
Hoy volví amarme al ver mi reflejo en tus ojos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días se vienen, algún día.
Buenas monedas se vienen, algún día.
De alguna forma el futuro se viene mejor, pero algún día.
Sin embargo soy afortunado de formar ese futuro contigo, desde hoy día.

Que tengas un muy feliz día, hoy y todos los días corazón...