domingo, septiembre 30, 2007

La encontré??? y su solor es azafrán

Pocas noticias rondan en mi cabeza o simplemente reparo en ellas, ni los casi 50 femicidios sucedidos en Chile en lo que va del año, menos la política que hace bastante no estimula sinapsis en la mente aburrida de oírlos, ya no leo las carteleras de cine arte y tampoco ojeo la sección moda, hasta las noticias freak de LUN han dejado de entretener. Miento, lamenté la muerte de Marcel Marceau, y traté de recordar la actuación vista en 1997 en el teatro municipal de Viña del Mar, pero no lo logré, sólo recordé al chico que me invitó y el horrendo aroma de la francesa que estaba en frente.

Seguro todo estará relacionado con sentirme invisible. La mujer invisible como lo comenté entre cervezas a un pseudo amigo que en iguales condiciones balbuceaba de su vida sabiendo que a ninguno le interesaba con sinceridad la vida del otro, pero la necesidad de sentirse escuchado nos llevó a beber litros de cervezas, sin desayuno y menos almuerzo, al más puro estilo universitario que parece haber sido vivido hace más tiempo de lo transcurrido. Y nada tiene que ver con la heroína de Marvel Comics, y menos con la nueva actriz que la personifica, Jessica Alba dista mucho de ser invisible.

Creo perdí el norte del relato, es cierto. Lo tomo como síntoma de la brújula perdida estos meses, la aguja imantada la usé para zurcir corazones rotos, calcetines huachos y bocas silenciadas. Intento buscar el norte, pero prefiero el sur. La extravié justo cuando la cartera estaba llena, y en el trasvasije de ropajes quedó tirada entre proyectos, sentires y cuestionamientos inconclusos.

Ahora, cuando todo parece importar excesivamente más de lo merecido, necesito cablear mis pies a tierra, reventar la burbuja inflada por años, asumir la falta de iniciativa y tomar la 308 sin mirar atrás. Debe ser por lo mismo, porque quiero enfocar la vida en lo que me interesa sin miramientos a terceros, sin ataduras ni elásticos, dejar los puntos suspensivos para la ficción y poner un gran punto final al éxodo de caminar entre sus mundos y el mío.


....Volvamos al primer párrafo.

Las noticias internacionales no han dejado de importarme, son las única vistas con genuina atención, y la Revolución Azafrán ha sido el punto de inflexión para despabilar, o al menos para re-encantarme con las relaciones internacionales, las causas nobles y pérdidas, y el quiebre de los simbolismos religiosos de oriente y occidente.

Toda una búsqueda como la emprendida por Siddharta en el siglo V a.c, y lejos de entender a cabalidad el budismo, ni cualquier otra religión, no puedo más que aborrecer a los miembros del consejo de seguridad de la ONU quienes creen al aplicar sanciones comerciales podrán doblar el brazo de una feroz dictadura. Y el gigante asiático en silencio,pequeño tejado de vidrio en el tibet le observa , tal vez más cerca de caer de lo que piensa entre los miles de made en china exportados.

Cuatrocientas mil almas vestidas de azafrán es el ejército que doblegará la coerción que por más de cuatro décadas amedrentó la libertad. Azafrán es mi color.

jueves, septiembre 06, 2007

Inocente Palomita ante la incompetencia


A todos lo incompetentes, ineptos, negligentes, inútiles, nulos, incapaces e ineficientes los repudio, desde la fibra más rebuscada de la perversa mente que alberga los peores deseos para aquella ignominiosa masa de humanos sin criterio y que, por lo general, son trabajadores del sistema público, cuya superestructura es madriguera de perezosos y regordotes funcionarios alimentados por la burocracia.

No detendré el despotrico en excepciones, para estos efectos TODOS son la misma mierda con distintas moscas circundando. Moscas verdes con ocho mil ojos observando la ineptitud mientras esperamos al teléfono con una horrible música ad hoc a la época llámese - La Consentida, Los Lagos del Sur o El Guatón Loyola- , o peor aún, nos convertimos en super héroes y, de un momento a otro, somos completamente invisibles ante la interesante conversación de secretarias que ni por casualidad se fijan en la campanilla que no para de sonar.

No quiero comparación entre el sistema público y privado, sólo abogo a la libertad de expresión para cometer un desatino con una mayúscula generalización para aliviar la urticaria provocada por los innombrables del primer párrafo, porque una cosa es sacar la vuelta, y otra ser una minúsculo individuo poco diligente, poco amable, poco apto y empático. Y en esta palabrita me incluyo, porque para uds. tengo cero consideración, y no tan sólo eso, no logro imaginar siquiera caminar en sus zapatos.

Para ser agradecida declaro abiertamente mi admiración al SII (Servicio de Impuestos Interno), sistema que durante años fue la peor pesadilla de los chilenos en diciembre y abril, pero ahora, con pequeñísimos defectos, es un de los servicios mejor evaluados, vaya a ellos entonces un sonriente o smile en su manita. La Modernización del Estado es una gran falacia en apariencia luce creíble, pero basta hurgar a un centímetro de profundidad para encontrar los mismos anquilosados sistemas.

Pensé estar curada de espanto ante trámites de todo tipo, experta en colas, diplomada en cartas de motivación y compromiso, erudito en declaraciones juradas, rauda en llenar formularios, certificaciones y fichas de reclamos, premio mejor actriz de reparto con secretarias agrias, aguda en detectar fallas u omisiones, pero no fue, sigo siendo una inocente palomita en estas lides.