lunes, febrero 12, 2007

Bendito Hedonismo

Pobres los estoicos alejados del placer y hasta del dolor, insensibles a los regalos de las “dolce vita” que nos esmeramos por disfrutar. Aburridos los preceptos católicos sobre el hedonismo , mal mirado por considerarlo egoísta y conducente a la única felicidad personal, idiotas por pensar que nos gusta sufrir para comprar indulgencias con un cheque a fecha directo al cielo. El paraíso terrenal es vivir hedonistamente.

Nada más equivocado.

Que pasa cuando un grupo de amigos hedonistas comparten un fin de semana???, nada lujuriosos para los que creen sólo en el placer sexual. El hedonismo compartido y reafirmado por la condición de sibaríticos, amantes de la buena meza y no entre nosotros, es el incentivo ideal para apagar teléfonos, subir la música y conversar hasta las diez de la mañana.

Placentero es saber que los años han pasado y seguimos siendo amigos.
Placentero es compartir sin egoísmos.
Placentero es comer reineta, pastel de choclo, budín de espinacas y helado de chocolate de postre.
Placentero es beber un vodka Stolisnaya con tónica, y cuando se acabé seguir con vino blanco.
Placentero es dormir en paz.

Placentero es jugar play station, y en un dèjá vu, ver cien veces el partido de Brasil v/s Francia.
Placentero es fumar a destajo tabaco, Clementina, Teodora y Violeta.
Placentero es despertar y ver mi reflejo en tus ojos.
Placentero es sentirse querido sin mezquindades.

Placentero fin de semana, el lunes debió ser sándwich, para comerlo de un mordisco.
Gracias Totales !!!!!

viernes, febrero 02, 2007

Un poco de drama

Asfixia
Agobiante, inerte, trémulo.

Ruidos, susurraros, gritos, maldiciones oídas sobre la pista de “¡Soy una canción desesperada!... ¡Hoja enloquecida en el turbión!”, no es desamor, no es traición, es VERDAD con cada letra hundiéndose en la memoria.

En dos segundos dejaron despilfarrados los secretos con celo guardados. Ahora todos en conocimiento el festín de la hipocresía termina. Otra gran mentira, es impresionante la capacidad de reinventar falacias para seguir construyendo un castillo en nubes ensoñadas, tan perfectas como las cumulus de los Simpsons.

Linda sonrisa desmarcada del mustio rostro.
Rencor, rabia, dudas y más dudas.

Cuando la presión desborda y la hemostasia falla, los lazos sanguíneos son fronteras delimitantes de las individualidades que a la fuerza compartieron un techo.

Ascensos, descensos, miradas cómplices, caricias ajenas, decepción y miedo.