Gritos silenciosos, aullidos imperceptibles, gestos invisibles.
Hombre lucífugo, escapista de responsabilidades insulsas.
Amigo de la oscuridad, crítico de la sensibilidad fugaz de un abrazo insípido.
Cuatro líneas en un espejo, ocho líneas en tu alma.
Las primeras dolorosas, punzantes y desgarradoras.
Las segundas te adormecieron inoculando tus sentidos.
Las terceras avivaron la hoguera interna apegado a lo mundano.
La cuarta siguió la inercia, ya todo estaba dicho.
Nos acercamos cuando por fin nos conocimos, luego de compartir la vida juntos, un viaje nos abrió las puertas a la estrechez de saber sin hablar.
Lamento no aprender a leer entre líneas, lo intuí y nada hice.
A veces sólo escribir no sirve, se vive en un mundo que no nos pertenece o sólo en momentos. Esos ratos son instantes esporádicos y volátiles que motivan o hunden, no te atrapes cuando los momentos no te pertenezcan.
Escuché Come Together y Down on the Corner, y de inmediato supe que eras TU.
Hombre lucífugo, escapista de responsabilidades insulsas.
Amigo de la oscuridad, crítico de la sensibilidad fugaz de un abrazo insípido.
Cuatro líneas en un espejo, ocho líneas en tu alma.
Las primeras dolorosas, punzantes y desgarradoras.
Las segundas te adormecieron inoculando tus sentidos.
Las terceras avivaron la hoguera interna apegado a lo mundano.
La cuarta siguió la inercia, ya todo estaba dicho.
Nos acercamos cuando por fin nos conocimos, luego de compartir la vida juntos, un viaje nos abrió las puertas a la estrechez de saber sin hablar.
Lamento no aprender a leer entre líneas, lo intuí y nada hice.
A veces sólo escribir no sirve, se vive en un mundo que no nos pertenece o sólo en momentos. Esos ratos son instantes esporádicos y volátiles que motivan o hunden, no te atrapes cuando los momentos no te pertenezcan.
Escuché Come Together y Down on the Corner, y de inmediato supe que eras TU.
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