viernes, septiembre 01, 2006

A LA ESPERA DE LO ESPERADO

Desperté acelerada, cual resorte sin rezongo alguno, no quería seguir tratando de recordar el desastroso sueño que interrumpió los delirantes diálogos entre sábanas que tengo con Morfeo (Ojo: no es mi novio; mi novio es Muybello) cada noche, aunque no los recuerde tengo la certeza de la existencia de imágenes, frases, colores, y hasta aromas que de cuando en vez aparecen en un flash back.
Lástima… sí, a veces es una verdadera lástima no acordarme porque despierto con una gran sonrisa, o con unas ganas locas de llamar por teléfono a alguien, pero ciertamente en esta oportunidad no fue así.
El reloj de mi celular primer modelo (quién conoce la marca audiovox???) marca las 7:30 a.m , y esa detestable sensación de susto se apodera de toda la habitación, que mierda soñé para sentir que la desgracia se avecinaba a pasos agigantados. Pensé en todos los que amo, los enumeré uno a uno, y nada malo habría de pasarles.
Esto de tener un pequeño radar de desgracias o de malos augurios como las abuelas me descoloca, porque no lo manejo, deben ser mis antepasados brujos de los mares interiores del sur, por mi kin maya- espejo autoexistente blanco- , sigo zodiacal - virgo - o la nunca bien pondera paranoia.
Malo, malo, no es. Percibo sensaciones que otros pasan por alto, pero sigo esperando que algo pase. La visita del hijo de la bestia se aproxima. Tiemblan la tierra, y los cielos se abren lloviendo fuego. Apocalíptica, sólo un poco, mientras estaré atenta a todo situación simbólica que me explique mi susto matutino.

1 comentario:

Penelope Glamour dijo...

Cállateeeee, apocalíptica. Lo importante es que cuentes el sueño antes de las 12 del día siguiente. Digo, para que no se cumplan los malos presagios.
No dudo de tu capacidad de anticipación, pero esperemos que esta vez, sólo haya sido el duende paranoico que todos llevamos dentro. Eso sí, el mío está afónico porque nunca lo he podido escuchar.

Beso