viernes, marzo 07, 2008

La Señora y Yo

Pretendí hacer un post del crítico momento vivido en América Latina, colgándome de la exagerada cobertura de los medios, y de las posturas irreconciliables de las partes, pero no pude. Al terminar un estudio de integración regional, este es el último mal recuerdo que deseo desempolvar, y no sin menos desencanto admito que el conflicto se desató antes de tiempo. Además, los pueblos latinoamericanos están unidos, son las voluntades políticas, ansias de poder e intervenciones de terceros las que confirmar que el realismo de Kissenger, sigue firme, tildémoslo de neo, pero en el fondo pretenden reeditar viejos conflictos, amparándose en el resguardo soberano de la seguridad nacional, punta de laza en todos los conflictos del siglo XIX y XX, y en plena época de la crisis del Estado-Nación, no es más que la respuesta a un sistema anquilosado, incapaz de modificarse en pro de las clases políticas. Y mientras Chile guarda silencio, y no figura como la esbelta Cristina, seguiré la postura de no beligerancia, porque otro es el tema que convoca la actualización.

Pareceré superflua luego del preámbulo, pero al fin, MagnoliaNegra jamás tuvo ínfulas de analista internacional, aunque es su secreto placer culpable.

Hoy tomé el colectivo para pagar las cuentas, como todos los meses, pero no siempre tengo la sorpresa de ir sola en la micro, con todos los asientos desocupados, así es que apelando a mi egoísmo sabía era, poco probable compartir asiento, craso error… al ver sentada junto a mi a una señora de mediana edad, supe ella tenía ganas de hablar con alguien, porque nadie se sienta junto a otro tendiendo toooodos los asientos disponibles.

Mirando por la ventana rehuía su mirada, y no pude, no pude, dejarla hablando sola, tuve que decirle que: – Sí, ese era el recorrido correcto para llegar a 1 norte- . En ese mismo instante cooperé.

Av. Alessandri

Señora: Mijita. uds tiene pololo, porque le convendría tanto casarse con un marino , ellos mantienen la casa y tiene trabajo seguro, no como otros que lo único que hacen es dar rabias:

Yo: Eeeh, no me agradan los marinos, porque son infieles, como el dicho que dice “en cada pueto una mujer”. Porque para que explicarle que no soporto a los uniformados por herencia familiar.

Sra. Gorreada: Es que sabe, las mujeres somos más aguantadoras, en cambio los hombres por salud no se pueden aguantar, ve que cuando no tienen relaciones sexuales los espermatozoides se les van a los testículos, y son los dolores más salvajes de grandes que puede padecer un hombre, así es que hay que entenderlos.

Yo: Ahhh, debe ser por eso, claro.

15 Norte

Sra. Misógina: Es que sabe, tengo una depresión muy grande, y cuando estoy sola en mi casa me empeloto.

Yo: (por la mierda, me quiero cambiar de asiento)

Sra. Nudista: …. Porque, me dan unos bochornos, y me gusta ponerme el pijama sin ropa interior y ver televisión, porque es la única que me acompaña siempre. Igual tomo medicamentos fluoxetina y ahora, Raboxetina, pero no me hacen nada.

Yo: ¿Y por qué no lee?

Sra. Dopada: Es que tengo malos los lentes, tengo que ir al doctor, pero lo que siempre leo es la Biblia, cuando estoy angustiada, abro la Biblio y leo los salmos, porque me dan una paz terrible, una paz inmensa.

Yo: ¿ Es uds es católica?. A esa altura estaba aplicando la encuesta Casen, imposible guardar silencio, ella hablaría de todas formas.

13 Norte

Sra. Pechoña: Sí, aunque tengo una amiga, la Sra. Bustos del pasaje 9, que pretende cambiarme de religión, y convertirme en Testigo de Jehová. Pero yo jamás lo haría, porque la Virgen Santísima es única, ¿o no?

Yo: La comprendo, pero no soy católica practicante.

Sra. Santísima: Mira, cuando tu estés deprimida, arrodíllate en tu cama y pídele a al Señor, Padre Nuestro, o como quieras llamarlo que te cuide, porque Dios lo único que no hace, es entrar a la fuerza en tu corazón. Igual que la virgen santísima. Imagínate tu renegar de tu propia madre terrenal, jamás lo harías cierto?, pues entonces menos de la Madre Celestial que es eterna.

Yo: Claro, claro, y ¿dónde me dijo que ud. va?

Sra. Fundamentalista: A pagar el agua, aunque me da una flojera ir, porque solo me gusta dormir, porque no tengo con quien conversar en la casa, porque desde que me intenté suicidar no me gustan las visitas. Además, mi hija es tan ingrata, no hablo con ella nunca. Me imagino debe estar bien, por eso no llama.

Yo: Con una tibia sonrisa. Me levanto y bajo 6 paraderos antes, pero despido amablemente.

10 norte

Sra. Suicida: Se cambia se asiento hacia la ventana, y hace señas para despedirse.


Camino las 6 cuadras restantes, me río del episodio, compadezco de la pobre señora, hago la fila de la compañía eléctrica y, luego camino hacia una farmacia. Y ahí estaba nuevamente la señora hablando con el guardia de seguridad, con una bolsa repleta de remedios y lágrimas en sus ojos. No pude acercarme, en silencio me retiré sin comprar nada.